fon45
2012-04-12
Desde luego era la primera vez que entraba en ese cuchitril de tienda, si se le puede llamar así. Cuando pides una barra de pueblo, no solo te dan una que parece de panificadora barata, sino que además te tratan de tonto y de lelo, como si no hubieras comprado pan en tu vida y no conocieras las clases de barras que hay. Cuando solicito que me den otra ya que esa que TENGO COGIDA CON DOS DEDOS Y TOCANDO EL PAPEL no me gusta, la empleada muy educada ella me dice que como ya la he tocado no me la cambian. Evidentemente muestro mi repulsa ante tal insinuación y le muestro como tengo cogida la barra de las narices. De repente se abalanza sobre la barra que aún tengo cogida con los dedos, y me la intenta quitar de la mano con muy malos modales, a lo cual yo me resisto y claro se rompe la barrita de las narices. Evidentemente les digo de forma airada que el trato es lamentable y les tiro la barrita y repito para que quede claro LES TIRO LA BARRITA ROTA al mostrador y me voy diciéndoles que se la regalo.
TRATO LAMENTABLE. SI FUERA LA UNICA PANADERIA DEL MUNDO NO VOLVERIA A COMER PAN.
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